Literatura de los Amantes
EL RELATO DE UNA TRAGEDIA
La leyenda de los Amantes de Teruel corría como la pólvora por las calles de la ciudad. El supuesto hallazgo de los cuerpos de un hombre y una mujer en la iglesia de San Pedro encendería todavía más una llama que ya estaba candente. Y aunque nadie podía verificar la identidad de esos restos, los romances de ciego, muy populares en el siglo XVI, se encargaron de transmitir con más premura una historia que estaba calando hondo. Así comenzaría a transmitirse un romance de amor, que poco después pasó a ser relatado por ilustres escritores españoles.
PRIMERAS REFERENCIAS
En 1555, el mismo año en el que se volvieron a enterrar los cadáveres encontrados en la iglesia de San Pedro, el escritor turolense Pedro de Alventosa escribió Historia lastimosa y sentida de los dos tiernos amantes Marcilla y Segura, naturales de Teruel, ahora nuevamente compilada y dada a luz por Pedro de Alventosa, vecino de dicha ciudad'.
El dilatado nombre de la obra no se correspondería con la trayectoria de esta, pues según recoge Santiago Sebastián en su artículo Nueva interpretación de los Amantes, solo se publicó un ejemplar impreso, catalogado por Pascual de Gayangos, en la biblioteca de los duques de Marlborough, en el palacio de Blenheim (Inglaterra).
También el poeta aragonés Antonio Serón incluyó en su Silva III a Cintia (1566) El fin infelicísimo de los amores de Marcilla Sánchez y de la hermosísima Segura. Así como Bartolomé de Villalba, vecino de Jérica, en El peregrino curioso y grandezas de España (1577). Otros autores que escribieron sobre esta leyenda fueron Micer Andrés Rey de Artieda en Los Amantes (1581) o Jerónimo Gómez de Huerta en su novela de caballerías Octava rima (1587).
El profesor Antonio García Flores asegura que la trágica historia de amor entre Juan Martínez de Marcilla e Isabel de Segura fue desde finales de la Edad Media argumento frecuente en la literatura española, especialmente durante los siglos XVI y XVII. Sobre ellos, escribieron también Pedro Laínez (1581-1584), Juan Pérez de Montalbán (1635), Tirso de Molina (1635) o Vicente Suárez de Deza (1666).
LA OBRA DE YAGÜE DE SALAS
Además de secretario, escribano, notario y archivero del Concejo de Teruel, Juan Yagüe de Salas era poeta y miembro de la Academia de los Montañeses del Parnaso. En 1616 escribió Los amantes de Teruel: epopeya trágica, con la restauración de España por parte de Sobrarbe y conquista del reyno de Valencia. Sin embargo, la obra no causó la repercusión que él esperaba.
Yagüe de Salas pretendía vender la historia como verídica. Sin embargo, las autoridades le pidieron pruebas que confirmaran lo que él mismo escribía como certero. Surgen aquí las primeras sombras que rodean el descubrimiento en 1916 (tres años después de la publicación de la obra), del Papel de letra antigua, considerado como la fuente principal que confirma la leyenda.
En este sentido, el historiador Fernándo López Rajadel asegura que el autor querría buscar fama y dinero, y que incluso llegó a pagar a varios autores como Miguel de Cervantes o Lope de Vega para promocionar su obra y la leyenda de los Amantes de Teruel.
EL SONETO DE CERVANTES
Tal y como hemos avanzado, la obra Los amantes de Teruel: epopeya trágica, con la restauración de España por parte de Sobrarbe y conquista del reyno de Valencia de Juan Yagüe de Salas estuvo acompañada de varios sonetos de destacados escritores de la época.
En el caso de Miguel de Cervantes, podemos ampliar qué hay detrás del escrito gracias a Luis Astrana Marín, que en 1948 escribió Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra. En esta obra, el biógrafo conquense explica cómo en 1614 Yagüe de Salas se trasladó a Madrid para someter su obra a consulta, aprobación y corrección de los grandes poetas de la Corte.
El destino quiso que Cervantes no viera publicada la obra de Yagüe de Salas, pues esta se publicó a finales del verano de 1616, ya él difunto. Sin embargo, Astrana asegura en su extensa biografía que el soneto de Cervantes fue "de escaso valor". No solo eso, sino que califica la obra del turolense como un "insufrible poema, modelo de anacronismos e insulseces".
Sonetos extraídos de la obra de Yagüe de Salas / BNE
Y POR FIN, HARTZENBUSCH
Muchos fueron los autores que escribieron sobre los Amantes de Teruel. Bien porque el amor no correspondido es siempre tema recurrente o porque el enigma de que la historia podría haber sido real le dotaba de cierto interés. Sin embargo, no sería hasta 1837 cuando Juan Eugenio Hartzenbusch catapultó la popularidad de esta leyenda con su obra de teatro Los amantes de Teruel, historia de los infortunados amores de Diego e Isabel.
La trama narraba la vida y el enamoramiento de los protagonistas desde su niñez, aunque con ciertas modificaciones y nuevos personajes, como el adulterio de Margarita, la existencia de la mora Zulima, que se enamora de Diego o las cartas que tiene Azagra en su poder.
La obra fue un éxito desde su estreno en el Teatro del Príncipe, el 13 de enero, y la crítica aplaudió el trabajo del dramaturgo. "El autor ha sabido hacer interesante a todos sus personajes... La versificación y el estilo nos han parecido excelentes", escribía Larra en El Español.
Los amantes de Teruel, historia de los infortunados amores de Diego e Isabel recorrió numerosos escenarios, hasta que en la Guerra Civil Española tuvo que detenerse. Tras la contienda, el Teatro Victoria de Teruel acogió la representación, un 17 de abril de 1947, hace ahora 72 años.
Hartzenbusch escribió tres versiones de la obra y fue tal la celebridad que esta causó que se tradujo a los principales idiomas europeos Die Liebenden von Teruel, The Lovers of Teruel, o Les amants de Teruel.
En 1947, ingresó en la Real Academia Española, y en 1853, fue nombrado director de la Escuela Normal de Madrid, de donde pasó a dirigir la Biblioteca Nacional, cargo que ostentó hasta su jubilación. Juan Eugenio Hartzenbusch muere en Madrid, el 2 de agosto de 1880.
OTRAS REFERENCIAS
Apenas seis años después del estreno de la obra de Hartzenbusch, en 1843, el autor escribía en el rotativo nacional El Laberinto sobre la última publicación que abordaba este asunto: el cuaderno Historia de los Amantes de Teruel, sacado a la luz por Esteban Gabarda, en el que daba su opinión sobre la veracidad de la leyenda.
Más de un siglo después, en 1955, el NODO recogía entre sus noticias el IV Centenario de los Amantes de Teruel, y las celebraciones que tuvieron lugar en la ciudad. Ofrendas de flores a los amantes, jotas y la representación teatral del Poema de los Amantes, de Clemente Pamplona y José María de Belloch.
Desde entonces, se han publicado otras obras que no cabe destacar aquí. El Instituto de Estudios Turolenses (IET) almacena la mayoría de los documentos e investigaciones que recogen la leyenda de los Amantes. Más información en su web.